La pesca deportiva puede ser una actividad emocionante y gratificante. Pero también podría presentar riesgos potenciales, ya sea con los aparejos, anzuelos o por el lugar en el que se desarrolla la propia actividad. Contar con un seguro de pesca es una opción más que interesante. Máxime en una comunidad autónoma como Galicia. En la que está regulada la práctica de la pesca marítima de recreo en superficie en zonas de servicio portuarias.
La normativa de Portos de Galicia exige la emisión de una licencia específica para la práctica de la pesca de superficie dentro de sus instalaciones. La formalización del seguro de responsabilidad civil es un requisito que abre la puerta a que los pescadores deportivos puedan llevar a cabo la actividad con total tranquilidad.
Son muchos los aficionados que pescan en puertos. Para ello hay que firmar una declaración responsable, tener en vigor un seguro de responsabilidad civil y cubrir una declaración jurada en la que se comprometen a cumplir las normas portuarias. Y en caso de infracción, las sanciones mínimas pueden alcanzar o superar los noventa euros.
Podría parecer farragoso pero no, máxime si se hace a través de entidades con experiencia como Jaema. Donde podéis contratar un seguro para practicar la pesca deportiva a través de un trámite sencillo. Nos encargamos de todo, y además las pólizas dan cobertura no solo en las instalaciones portuarias. También cuando se practique la pesca en otras zonas permitidas como playas o ríos de todo el país. La duración es anual, puede renovarse automáticamente y el coste es asumible para cualquier bolsillo.
Ahora que se acerca el buen tiempo y cada vez serán más los aficionados que van a salir a practicar su actividad favorita, es aconsejable tener contratadas como mínimo las coberturas de responsabilidad civil y daños para protegerse a uno mismo y a terceros de posibles accidentes mientras se pesca. En Jaema tenemos una amplia gama de coberturas y garantías que te servirán para lo que necesitas.
En general, los seguros de pesca incluyen la responsabilidad civil, defensa penal y asesoría jurídica y reclamación de daños para cualquier imprevisto. Por tanto, cubren los accidentes y daños personales y materiales que puedas causar involuntariamente (a ti mismo o a terceros). Las pólizas que cubren esta actividad son económicas, por lo que es mejor estar protegido.